Desde Hotel Villoslada, os recomendamos visitar la catedral de santa María en Calahorra. Es la sede de una de las diócesis más importantes de España. Edificio de gran valor arquitectónico, fue levantado en el mismo solar que otros templos que evocan a sus santos patronos Celedonio y Emeterio, soldados romanos martirizados en el siglo III. Sus reliquias se conservan actualmente en la catedral, por lo que es uno de los mejores lugares para visitar en Calahorra.
La Catedral de Calahorra se encuentra a escasos metros del río Cidacos, en una zona conocida como arrabal por su particular desnivel. El acceso a la iglesia requiere descender unos escalones, y esto se debe a que la puerta de entrada del antiguo templo estaba sobre el río, y es posible que la catedral se inundara, lo que obligó a los constructores a defender y levantar la puerta.
Las reformas comenzaron en el siglo XV y duraron hasta 1900. Su fachada principal, de estilo barroco, fue construida por los arquitectos hermanos Santiago y Juan Laón. Su estructura fue concebida como un altar de tres cuerpos, rematado por un frontón triangular.
En la entrada principal, también conocida como Puerta del Sepulcro, se encuentra San Jerónimo, flanqueado por las imágenes de los mártires Celedonio y Emmetrio, y en el dintel la Virgen y el Niño. Las bóvedas interiores son de estilo gótico tardío, destacando los retablos renacentistas, barrocos y neoclásicos en la capilla y el claustro.
En su interior se encuentran la capilla mayor, la capilla de los mártires, el campanario, el maravilloso órgano y el baptisterio. En el inacabado monasterio gótico se conservan diversos tesoros de arte sacro donados por Enrique IV de Castilla, así como restos de retablos de varias iglesias desaparecidas y Guido Reni, Francisco Pinturas de Rivalta y José de Ribera.