Pocas cosas hay tan relajantes como ver caer el sol sobre el río Ebro. En Lodosa y sus alrededores, los atardeceres se tiñen de tonos dorados, rojizos y anaranjados que reflejan la esencia de la Ribera Navarra. Desde el Hostal Villa Lodosa, puedes acceder fácilmente a algunos de los miradores más bonitos de la zona. Perfectos para desconectar, hacer fotos o simplemente disfrutar del silencio de la naturaleza.


1. Mirador del Ebro en Lodosa

A pocos minutos a pie del centro del pueblo, el mirador del Ebro en Lodosa ofrece una de las vistas más auténticas del río y sus meandros. Es un lugar ideal para contemplar cómo la luz del atardecer se refleja en el agua, rodeada de huertas y vegetación.
Si tienes suerte, podrás ver garzas, patos o cormoranes regresando a sus refugios mientras el cielo se tiñe de naranja. Es uno de los rincones favoritos tanto de vecinos como de visitantes.


2. Alto de San Bartolomé

A las afueras de Lodosa, el Alto de San Bartolomé ofrece una panorámica amplia del valle del Ebro. Desde allí se puede apreciar cómo el paisaje se transforma con la luz del atardecer: el río serpenteando, los campos verdes y las siluetas de los pueblos cercanos.
Se accede fácilmente en coche o caminando por un sendero corto. Si llevas una cámara, este es el lugar perfecto para capturar fotografías inolvidables del atardecer ribereño.


3. Mirador del Monte de la Estanquilla (Mendavia)

A solo 15 minutos de Lodosa, en el término municipal de Mendavia, se encuentra el Monte de la Estanquilla, una elevación natural desde la que se divisa gran parte del valle. Desde este punto, los colores del atardecer se mezclan con el horizonte de montes suaves y campos de cultivo.
Llévate algo de merienda o una bebida y disfruta de un pequeño picnic mientras el sol se oculta tras las colinas. Es un lugar tranquilo, poco frecuentado y lleno de encanto.


4. Embalse de las Cañas (Viana)

Si prefieres combinar la observación de aves con un buen atardecer, el Embalse de las Cañas es el destino perfecto. A unos 25 minutos del Hostal Villa Lodosa, este espacio natural protegido alberga flamencos, garzas y otras especies que aportan un toque mágico a la puesta de sol.
Hay un observatorio de aves y varios senderos que bordean la laguna, donde el reflejo del cielo al final del día crea un espectáculo natural digno de ver.


5. Mirador de la Peña del Castillo (San Adrián)

En la vecina localidad de San Adrián, a unos 10 minutos en coche, encontrarás la Peña del Castillo, un punto elevado con vistas espectaculares al río y a los pueblos cercanos. Desde allí, el sol desciende lentamente sobre los campos y las luces del pueblo comienzan a encenderse, creando un ambiente cálido y acogedor.
Es un mirador ideal para parejas o grupos de amigos que quieran disfrutar del paisaje con calma y despedir el día con una panorámica única del Ebro.


Consejos para disfrutar del momento

• Consulta la hora exacta del atardecer antes de salir para llegar con tiempo.
• Lleva algo de abrigo, incluso en verano, ya que el viento del río puede refrescar.
• Si vas en coche, lleva linterna o luz frontal para el regreso.
• No dejes basura y respeta la tranquilidad del entorno.

Después de la excursión, nada mejor que regresar al Hostal Villa Lodosa para cenar algo casero, comentar las fotos del día y descansar en un ambiente acogedor. Su ubicación te permitirá repetir la experiencia al día siguiente desde otro rincón del valle.

Ver un atardecer en la Ribera del Ebro es mucho más que contemplar el paisaje: es sentir el ritmo pausado de la vida rural, respirar aire puro y recordar que los pequeños momentos también pueden ser grandes recuerdos.